Nombre de la columna: Las venas abiertas
Por: Diego César Valdez
Político y escritor. Creo que la poesía como la política son como el pan: de todos. Actualmente curso la maestría en Estudios Latinoamericanos.
El origen de la grandeza y pluralidad de Tlalpan no es otro que el de la promesa no cumplida del desarrollo económico.
Tlalpan es enorme, plural y grandioso. Está situado sobre un territorio muy grande (representa el 20% de la ciudad) y tiene sus orígenes en la cultura cuicuilca. En el siglo XXI, podemos dividirlo en tres:
Sus 10 pueblos y 8 barrios; sus casi 200 colonias populares conformadas por el Ajusco Medio, las Hidalgo, Tepeximilpa, Isidro Fabela etc., y la zona baja que incluye el centro de Tlalpan y Coapa.
La forma de vida y la concepción del mundo en cada territorio es diferente, pues mientras en los pueblos se preservan tradiciones milenarias y una cultura semiagraria y de autonomía y en los barrios existe una dinámica de fraternidad e identidad, en las colonias persiste el bullicio popular chilango, con sus vecindades, comercios y formas estridentes de hablar y reír. Y por otro lado, en la parte baja, podemos sentir los latidos de una ciudad en movimiento, con sus grandes avenidas, plazas comerciales y con un estilo de vida cosmopolita.
El origen de esta grandeza y pluralidad no es otro que el de la promesa no cumplida del desarrollo económico lineal de la década de los 50, que consistía en industrializar la ciudad para lograr el progreso.
El capitalismo llegó a México y las industrias necesitaban mano de obra, pero la densidad poblacional era baja y para resolver el problema se implementó una política de migración del campo a la ciudad para cubrir la demanda de trabajo de las industrias recién instaladas en la ciudad. Dicha política iba ser muy importante para el desarrollo de Tlalpan (y de la ciudad en su conjunto) en los años que iban a venir.
Esto provocó que de diversos estados, sobre todo de los del sur-sureste y del bajío, miles de familias migraran a la ciudad de México y se instalaran de manera definitiva aquí y buscaran donde vivir. Por eso en muchas de las colonias de Tlalpan podemos encontrar a gente originaria de Oaxaca y Guerrero, de Veracruz y de Guanajuato, etc. Estas familias que hoy son nuestros vecinos y amigos, le dieron forma a las colonias populares de Tlalpan.
Tlalpan se convirtió en un territorio plural, mestizo culturalmente hablando. Pues mientras las familias de fuera se instalaban en Tlalpan, los pueblos y barrios de Tlalpan, eternos e impasibles, resistieron el empuje, la modernización y mantuvieron sus tradiciones y costumbres, haciendo honor a su estatus de pueblos y barrios originarios.
Al mismo tiempo, en la parte baja, debido a la construcción de grandes unidades habitacionales como Villa Coapa en 1968 y las que se hicieron cerca del Estadio Azteca, se dio un proceso de acumulación de la riqueza a través de la llegada de familias de trabajadores bien remunerados, quienes traían una perspectiva de la vida cosmopolita, lejana a las tradiciones de los pueblos y barrios.
Es imposible que en este artículo podamos abordar detalles sobre el mosaico cultural, diverso y colorido que es Tlalpan, por eso es importante que ustedes, mis queridos lectores, hagan un ejercicio de memoria quienes recuerden cómo fue su llegada o la de sus padres a Tlalpan, o un ejercicio de imaginación para los más jóvenes, pues conservar y fomentar la identidad de nuestra hermosa alcaldía es algo que tenemos pendiente.
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